

La visita a Kizhi era uno de los objetivos del viaje que cumplió ampliamente nuestras expectativas. Kizhi es un lugar único y muy especial en cualquier época del año, y en invierno nos encantó. Tanto la aventura de llegar hasta allí en aerodeslizador, como la visita con un buen guía y la comida posterior, fueron excelentes. La comunicación con la organización fue muy fluida, lo que facilitó que todo saliera a pedir de boca.